Pintor palentino afincado en Bilbao, que interpreta las brumas de la Ria, a menudo tamizándolas con oro, quizá porque no haya olvidado el de las mieses que se extienden interminables a orillas del Pisuerga o el Carrión.
En resumen, la pintura de ese palentino con vocación marina, debe ser inscrita en la recia y expresiva tradición de los mejores post-impresionistas europeos y americanos; pero aportando lo personalísmo de su dibujo noribérico, y de su color transparente subsistiendo a través del empaste, rico y sensual de tanto expresar, hasta completar algo de lo mejor que pue puede verse en pintura actual española.